El número uno nacional, que ya está pensando en el retiro a fin de temporada, llegó a una final dos años y medio después de haberse consagrado campeón por última vez. En aquella ocasión, conquistó el torneo de México, ante el chileno Adrián García por doble 6-3.

OBJETIVO CLARO. Para este certamen, el cuarto eslabón de la Copa Petrobras, Delgado tenía muy claro el objetivo. "Quiero hacer una buena campaña frente a mi familia, mis amigos y toda la gente que me sigue", decía en Montevideo la semana pasada, tras quedar eliminado en las semifinales de dobles.

Y así, de inmediato se instaló en Asunción y comenzó a entrenar enfocándose en el challenger de su país. En duras etapas fue superando al español Rubén Ramírez Hidalgo (7-6, 4-0 y retiro), al norteamericano Alex Bogomolov Jr. (6-4, 6-4), al español Santiago Ventura (6-3, 6-2) y al esloveno Blaz Kavcic (7-6, 4-6, 6-1).

Este domingo, Delgado volvió a definir el juego en tres sets, el primero en tie break; bajó un poco el ritmo en el segundo y volvió con todo en el tercero, para cerrar el partido a su favor y celebrar con mucha emoción y lagrimas.

SIN PALABRAS. Fue difícil, el famoso "nudo en la garganta" que le habrá impedido hablar, también se contagió al público presente en las gradas del court central. Delgado no conseguía completar una frase. Era tanta la emoción que sentía, que se le hizo muy difícil expresar su alegría y completar su agradecimiento.

Ramón Delgado había soñado con esto, se había ilusionado con ganar un título después de mucho tiempo y ante su gente, sus amigos y el público fiel que lo acompaña siempre, que le superó la emoción. Está cerrando su carrera _o tal vez revea su idea tras esta conquista_, por lo que la consagración no podía llegar en mejor momento. ¡Salud campeón!